Con la finalidad de declarar la Lengua de Señas como un idioma más de Guatemala, en beneficio de no menos de 240 mil personas con esta condición, el Congreso de la República discute en la actualidad la iniciativa 5603, Ley de Lengua de Señas de Guatemala –LENSEGUA-.
Este proyecto fue conocido en primer debate en el hemiciclo, en el marco de la semana de las personas sordas. Esta iniciativa fue presentada por la diputada Eva Monte y promovida por el sub sector de personas con discapacidad auditiva del Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad –CONADI-.
Según la Organización Mundial de la Salud -OMS por lo menos el 1% de los habitantes del mundo presentan discapacidad auditiva. En Guatemala representa no menos de 240 mil personas.
La principal dificultad que enfrentan las personas con esta condición, es en el campo de la comunicación. Situación que restringe la participación de las personas con discapacidad auditiva, en igualdad de condiciones con los demás y con ello, el desarrollo integral. Las personas con discapacidad auditiva se comunican por medio de un sistema que no es del dominio de toda la sociedad. La lengua de señas, comunicación que se da por medio de signos a través de las manos, gestos y movimientos corporales. Que al no estar regulado como corresponde, incide en la inclusión de las personas a la sociedad.
La Lengua de Señas empezó a ser reconocida en el país a principios de los 80´s, al fundarse la Asociación de Sordos de Guatemala -ASORGUA- a iniciativa de este colectivo. Antes de ello, se obligaba a las personas a establecer una comunicación de forma oralizada, sistema que presentaba dificultades.
La comunidad de personas sordas ha venido impulsando importantes esfuerzos para reivindicar su derecho a la comunicación. Por lo que en el 2018, presentaron al Congreso de la república una propuesta de ley para el reconocimiento de la Lengua de señas, como una forma de comunicación oficial, al igual que los demás idiomas que se hablan en el país.
El entonces diputado Roberto Alejos Cámbara, asumió la responsabilidad de apoyar la iniciativa, lográndose el respaldo de una buena cantidad de legisladores. Pero por diferentes circunstancias, la propuesta no tuvo avances, porque quienes pretenden asumir la representación de este colectivo, les interesa más el protagonismo que el alcance de un buen objetivo.
Al no alcanzar avances este primer esfuerzo, el colectivo de personas sordas se encuentra en otra etapa. Se ha decidido trabajar en la propuesta 5603, la que es apoyada por el CONADI, entidad que potenciará en todo momento el protagonismo de los propios interesados.